Desde los tiempos prehistóricos las personas han obtenido recursos
para cazar, protegerse de la naturaleza. La naturaleza es capaz de
renovar muchos recursos naturales si se consumen a un ritmo adecuado,
pero otros recursos no pueden renovarse. Durante mucho tiempo las
necesidades industriales y tecnológicas se han satisfecho sin prestar
atención a los posibles daños causados al medio ambiente. Ahora parece
que al menos se conocen estos daños; sólo falta poner los medios a
nuestro alcance para evitarlos. Las actividades humanas, desde la
obtención de una materia prima, hasta el desecho de los residuos
generados tras la obtención de un producto tecnológico, pueden tener
consecuencias nefastas para la conservación del medio ambiente. Algunos
ejemplos son la desertización, el impacto medioambiental de las obras
tecnológicas, la contaminación producida en la obtención y tratamiento
de muchas materias primas o de fuentes de energía y los residuos
generados en muchas actividades industriales.
La ciencia y la tecnología pueden servir para ayudar a la conservación del medio ambiente. Algunos ejemplos:
VENTAJAS
1) Campañas través de las redes sociales o a través de servicio Online.
2) el reciclaje de determinados materiales o la utilización de fuentes de energía alternativas.
3) La predicción y la extinción de incendios forestales se lleva a cabo mediante satélites artificiales.
4) Los modernos métodos de detección permiten advertir la presencia de incendios poco tiempo después de producirse.
5) Las fuentes de energía renovables, como la energía solar, la
eólica o la geotérmica no se agotan y, en general, contaminan menos que
las fuentes no renovables, como el carbón o el petróleo.
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