El texto electrónico fue el primer paso decisivo. El segundo y más decisivo ha sido el WWW, que añade la posibilidad del acceso a un red global de hipertextos. En el momento actual, esta posibilidad aún está empezando a aprovecharse.
Los archivos electrónicos han facilitado la búsqueda y el análisis del texto por medio de software, así como la reutilización y la recomposición de los textos. Un simple programa de edición con capacidad de hacer búsquedas nos permite localizar los fragmentos que nos interesaban, copiarlos, e insertarlos en una base de datos, en un artículo, o en un mensaje de correo.
En el texto electrónico, por lo regular, las ligas internas y las ligas externas no
están diferenciadas tipográficamente entre ellas, aunque sí del resto
del texto escrito (usualmente se distinguen con un color diferente,
están subrayadas, se encuentran dentro de cajas de diálogo o se resaltan
al pasar el puntero sobre ellas). Además, están programadas para que al
cliquear sobre ellas, se despliegue en pantalla la sección de texto anunciada.
Lo
que deseamos subrayar es, finalmente, la semejanza fundamental entre
ambas clases de textos. Veremos que las diferencias involucran solamente
la velocidad de acceso al texto ligado, en caso de que sea disponible,
condición que vale para ambos soportes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario